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Ahora, el divorcio

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El sueño terminó. El jueves 25 de marzo al mediodía, cuando la reunión en la que quedó formalizado el comienzo del divorcio de Araceli Gonzál
ez y Adrián Suar concluyó, se fue a pique la posible reconciliación de una de las parejas más queridas del showbussines argentino. Ese día, él cumplía 35 años. Nos tenían acostumbrados a eternas idas y venidas desde el 2 de julio del 2002, cuando Ara y Adrián decidieron

dejar de vivir juntos en la enorme casa de Las Lomas de San Isidro, que habían estrenado el día que se casaron oficialmente el 19 de octubre de 1997. Cuando todo parecía final-final ellos se mostraban codo a codo y dejaban caer sospechas. No concretaban ni el divorcio ni la reconciliación, aunque ella ya vivía sola con su hija Florencia, de su anterior matrimonio con Rubén Torrente, y Tomás Toto Kirzner en una casa alquilada en el country Hyland (mientras termina la casona que se está construyendo en ese mismo sitio), y Suar hacía su vida de soltero en un departamento de Belgrano.

Los comienzos fueron un choque de planetas. Los dos trabajaban en la serie La Banda del Golden Rocket, una pandilla de jóvenes que tenía un exitazo los martes de 1992 en Canal 13. Ella era una modelo consagrada, tenía una hija y se estaba separando de su primer marido. Se encontraron. Se enamoraron y superaron todos los inconvenientes para ser felices. El primer verano que pasaron
juntos en Mar del Plata hablaron con GENTE. Araceli se despachó con una revelación que lo llenaba de elogios: "Con Adrián descubrí que se puede vivir en pareja sin
pelear. Es fantástico el placer que da el respeto mutuo
". El no se quedó atrás: "Lo nuestro es algo tan espléndido y sencillo como un noviazgo. Con Araceli vivimos algo que se convertirá en una casa, en una familia, en hijos, cuando llegue el momento". Finalmente, llegó ese momento, pero con la familia también llegó el éxito profesional y económico para ambos. Araceli se transformó definitivamente
en actriz, y Adrián cambió las reglas de la tele con la serie Poliladron, que protagonizó con Laura Novoa. Su condición de productor quedó demostrada inmediatamente y, seguro de su nuevo rol, fundó la productora Pol-ka, de
la que salieron verdaderos éxitos. Con Gasoleros quedó claro que su nombre es y será indiscutido como innovador de la televisión argentina. Antes de los 30 ya era conocido en el mundo de los negocios televisivos del mundo entero.

El 17 de agosto de 1998 nació Tomás, el hijo tan querido por los dos. La familia parecía perfecta. Pero el amor no seguía en el mismo ritmo ascendente que las personalidades
y las carreras artísticas de Adrián y Araceli. Durante el invierno del 2002 anunciaron oficialmente que ya hacía un mes que no compartían la casa de San Isidro, y vino
una larga serie de intentos de reconciliación y desencuentros. Pero nunca sacaron los ojos el uno del otro.

Araceli siempre apostó por mantener la familia unida,
dejó entrever de mil maneras que su verdadero amor es y
sería Adrián. Lo dijo abiertamente: "Estoy enamorada como
el primer día"; "El único hombre que entrará en mi cama será
mi hijo"; "Es el hombre que amo, y quiero que reconstruyamos
nuestro amor y tengamos muchos hijos
".

Adrián tampoco se guardó los sentimientos. Dijo: "Estoy vulnerable. De una separación no se sale bien. El nuestro no es un problema de falta de amor, nuestro vínculo está intacto y sigo buscando la manera de reconstruir mi matrimonio con
Ara. Eso es la armonía para mí
".
Nunca, ninguno de los dos se dejó ver con otra persona, ni
siquiera sembraron dudas alrededor de la soledad amorosa en
la que viven. Las únicas veces que aparecían acompañados
era el uno con el otro, pero de reconciliación ni hablar. Esta vez,
la cosa fue un poco más lejos. La pareja se juntó pero con testigos,
un juez de familia de los Tribunales de San Isidro y abogados
por ambas partes para dejar sentado que quieren el divorcio
de mutuo acuerdo. La primera audiencia, duró unos
20 minutos, fue en términos muy amables y civilizados. Araceli
partió apurada a buscar a Tomás, quien estaba en el jardín de
infantes. Adrián volvió a su oficina de Gerente de Programación
de Canal 13. Antes de darle la mano al juez, éste les explicó
que aquí, la ley les otorga "un período de reflexión", y deberían
volver en cuatro meses. Si en ese momento reafirman
su deseo de divorciarse, empezará una etapa más complicada:
la división de bienes gananciales.

Parece que, como dictan las reglas en estos casos, no es
un tema menor para la pareja. Ni siquiera los salva la excelente
relación que ambos mantienen, no sólo porque son padres
de Tomás y Adrián quiere a Flopy como si fuera su propia hija.
Las cuestiones de dinero ponen a prueba hasta a los amores
más fuertes. En juego hay dinero que llegó a la cuenta bancaria
de Suar y Pol-Ka mientas estaba casado con Araceli, y viceversa.
Algunos dicen que ella fue quien le entregó los primeros
cien mil dólares para fundar la productora. El asegura que
el comienzo fue con 50 mil dólares que había ahorrado para
hacer el piloto de Poliladron. Hoy, se cree que la empresa tiene
un valor de 40 millones de dólares, y que de Suar es sólo una
tercera parte. Tiene un socio (Fernando Blanco), y Canal 13
también tiene un tercio. El otro bien importante que hay en común
es la casa de San Isidro, tasada en unos 700 mil dólares.
Hay quienes aseguran que Araceli habría puesto una medida
cautelar, asesorada por sus abogados, para que Suar no
cambie de nombre sus bienes (aunque Ara confía plenamente
en su ex marido y se sintió dolida frente a este trámite judicial),
y que los abogados de Adrián le habrían ofreciedo ocho millones
de pesos para dejar saldado el tema dinero (aunque
Adri, como le decía ella, no pudo disimular su tristeza durante
la audiencia). Dicen que Araceli habría sido contundente. Sólo
aceptaría la propuesta si la palabra pesos fuera reemplazada
por la palabra dólares. También estaría dispuesta a cobrar el
cincuenta por ciento cash, y el otro en acciones de Pol-ka.
Así están las cosas. Cuando el amor se va, es igual en todas
partes: triste.

Suar es un empresario exitoso, pero hoy se siente vulnerable frente al final de su
matrimonio. No se le conoció ningún amor tras su separación de Araceli. Ella está triste y se prepara para conducir un programa (Monotemático), del que también es
productora.

Suar es un empresario exitoso, pero hoy se siente vulnerable frente al final de su
matrimonio. No se le conoció ningún amor tras su separación de Araceli. Ella está triste y se prepara para conducir un programa (Monotemático), del que también es
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Verano del 93, primeras vacaciones en Mar del Plata.

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