La barba arranca a la altura de la oreja y cae hacia la boca y hacia el mentón. También cubre el espacio entre el labio superior y la nariz: la barba choca contra el septum, el único piercing visible esta tarde en el cuerpo de Agustín. Es morena, oscura, del mismo color que sus cejas simétricas, casi gemelas, y que el vello de sus brazos: Agustín Barletta es @unpapahipster, un hombre trans y lleva adelante la gestión de Trans Argentinxs, una ONG que acompaña las infancias y adolescencias Trans-NB (no binarias).
“Sacarme los pechos fue algo de lo primero que quise hacer porque era lo que más me incomodaba, y la ley de identidad de género todavía no estaba reglamentada. Así que fui al banco, pedí un préstamo y me operé enseguida. No podía esperar más, yo necesitaba sacarme esa piel”, cuenta el hombre de 34 años ahora, nueve años después de aquella intervención.
¿Qué sentiste cuando te miraste al espejo y realmente viste a la persona que vos querías ser?
Mis sobrinas mayores, a quienes les llevo solo cinco años, cuando hago la transición me cuentan que nunca me habían visto sonreír, que a partir de que yo soy su tío Agustín conocieron mi sonrisa. Eso es lo que me devuelve el espejo hoy, felicidad.
“A mí me hubiera encantado que exista Trans Argentinxs cuando éramos infancia porque mi mamá siempre me dice que lamenta mucho no haber tenido la información que hoy se tiene, porque hubiera entendido y mis cumpleaños hubieran sido otros, por ejemplo. Yo fui una infancia muy triste”, sostiene.
Triste. Esa es la palabra Agustín emplea cuando tiene que responder sobre su infancia. Su hermano, Juan, entendía que él no era feliz siendo quien era y por eso le regalaba y compartía los juguetes que recibía para su cumpleaños o en alguna festividad. Fue en esa misma época que Agustín comenzó a levantarse de noche, cuando todos en la casa dormían, para utilizar la ropa de su hermano varón: “A los 5 años no entendés por qué te pasa eso, no tiene sentido para nadie, ni siquiera para vos. Pero el espejo te devuelve algo que te hace sentir cómodo. Era como sacarte la ropa de lo que no sos y ponerle lo que sí, sin entender”.
¿En qué momento sentiste que debías callar para no generar un alboroto en la familia?
Siempre. Desde muy chiquito (...) A mi mama le costó mucho, pero creo que es por una cuestión de costumbre también. Pero le costó, la transición le costó. Igual tengo una historia muy linda con el nombre. Mi mamá eligió el nombre de “Agustín”, porque me pareció poético. Le estaba costando mucho mi transición, entonces le di ese lugar y fue como hacerla partícipe de mi historia una vez más. Le di tres opciones y ella eligió. Para mí es súper anecdótico eso. No quería sacarle su derecho a ser madre.
“Viste que es mucho esto de: 'no voy a tener más a mi hija'. En ese momento así me percibía mi madre. Y yo le expliqué que o tenía a su hija muy triste o no la tenía, o tenía un hijo feliz. Y yo creo que ahí es donde le hizo el click y dijo 'no, bueno, yo te quiero ver feliz'”
- Agustín Barletta.
Al igual que sucede con las mujeres trans, la comunidad de hombres trans existe y cada vez va tomando más forma: se visibilizan, se agrupan y militan por sus derechos. Corría el 2011 cuando, una noche frente al televisor con su mamá y su novia, Agustín vio por primera vez a un hombre trans. Fue en una de las últimas ediciones que tuvo Gran Hermano, hasta el momento, por la pantalla argentina. Ahí comprendió un poco más: no solo sabía cuál era su identidad, también sabía cuál era el camino que tenía que seguir desde entonces. Después llegó la primera operación, una mastectomía para la que pidió un préstamo bancario.
Eso ocurrió cuando tenía 23 años. Siguió con el tratamiento hormonal, con el que tuvo resultados positivos. Incluso asegura que a partir de ese proceso comenzó a sonreír. Ahora las mamas de Agustín no existen: ese espacio en su torso está poblado de pelo y a esa altura hay dos líneas horizontales, que junto con la del medio forman una cruz: “Imaginate que cuando yo arranco a hacer la transición recién había salido la ley de identidad de género, por lo que tardó un año en reglamentarse. Viste que cuando salís del closet como persona trans o cuando entendés que sos personas trans querés todo ya y ayer. Es como que, de repente, quiero que todas las personas me auto perciban como yo me auto percibo, pero sin tener la cuestión física todavía del cambio que te produce la terapia de reemplazo hormonal”.
Ley de identidad de género y reproducción asistida: la normativa que le dio la posibilidad de paternar
Jere es el nombre elegido por Agustín y Natalia para su hijo, que tiene tres años. Jere llegó al mundo a través de un proceso de reproducción asistida, en el marco de la Ley nacional de identidad de género sumada a la 26.862 de fertilización, que lo reconoció como un hombre infértil y habilitó el tratamiento.
Como el proceso de reemplazo hormonal de Barletta estaba avanzado y revertirlo con el fin de poner sus óvulos contemplaba un proceso largo y que podía ocasionar complicaciones de salud, avanzaron de una forma diferente con el tratamiento. Al tercer intento supieron que Jere estaba en camino.
¿Siempre quisiste ser papá?
Siempre jugué a ser papá. Yo pensé que nunca en mi vida un hijo o una hija iba a llamarme papá. Bueno, fue gracias a la ley de fertilidad argentina, de la cual muy poco se habla, pero es muy buena también (...) Yo no pude poner mis óvulos en ese tratamiento porque ya hacía mucho tiempo que estaba en tratamiento de reemplazo hormonal, entonces tenía que revertir el tratamiento y era algo peligroso para mi cuerpo y, además, nunca fue necesario. Nunca fue un tema el de lo genético o de compartir la sangre. Yo quería ser papá, no me importaba cómo.
De todas las plataformas sociales en las que tiene presencia, Instagram es la más poderosa. Es conocido como @unpapahipster y tiene cerca de 30 mil seguidores. Entre las stories hay algunas, las más interesantes para su audiencia, donde cuenta en detalle el proceso de transición, despeja dudas. “¿Cómo era tu nombre anterior?”, le preguntaron hace 166 semanas al cierre de esta nota. “Esta pregunta no es importante. No lo digo mal, intento educar. Esta información no es relevante, no informa, no ayuda, no aporta. Por lo que jamás deberían preguntar esto a ningún chico/a trans”, respondió.
Población trans en Argentina: datos y estadísticas
Los estudios, informes y estadísticas revelan que, en promedio y en Argentina, la expectativa de vida de una mujer trans no supera los 40 años. Pero no son números, se construyen y toman relevancia día tras día en la matriz social. De la población trans en argentina se desprenden los siguientes datos de acuerdo a una nota publicada por el CELS de 2020: en ese momento, solo el 9% de la comunidad travesti / trans se encontraba inserta en el mercado laboral. En este escenario, el trabajo sexual continúa siendo una de las salidas laborales más habituales entre la población, decantando en muchos casos (cuando el trabajo no se da en un contexto de elección sino por necesidad) en una disminución de la calidad económica y de vida.
Trans Argentinxs
Desde Trans Argentinxs (@transargentinxs), la ONG en la que Agustín Barletta es director institucional y tiene más de 60 mil followers en Instagram, asesoran y acompañan a “niñxs, adolescentes y juventudes Trans-NB en Argentina”. El alcance y territorio de la organización es de carácter nacional y se sustenta mediante las donaciones de seguidores y público general.
“Yo deseo que no perdamos lo que conquistamos y tener los mismos derechos que las demás personas. No pensar que queremos más derechos que las demás personas, queremos los mismos y no los tuvimos. Y aún hoy con la ley de identidad de género tampoco los tenemos, porque necesitamos un cupo laboral para tener trabajo, cuando hay personas trans completamente capacitadas para tener todos los empleos que se buscan en Argentina y simplemente porque sos una persona trans no te toman. No dejemos de mirar para atrás y no demos un paso atrás. Eso es lo que yo deseo para nuestra sociedad y para Latinoamérica entera”, cierra Barletta.
Aquellas personas que quieran formar parte de la ONG pueden sumarse a través del sitio oficial de la asociación.
La producción de la cápsula de +GENTE se llevó a cabo con participación del equipo de Absolut, una marca que desde hace 40 años trabaja sobre la diversidad con la intención de construir un mundo libre de etiquetas y prejuicios.