Nada de crisis por acá. Ni de supuestas peleas por la crianza de sus hijos, ni de hipotéticos celos que él ya no soporta. En franca desmentida de tales chismes, cumpliendo un lustro de relación, Angelina Jolie (35) y Brad Pitt (46) andan a los besos por Europa, en Budapest, Hungría, entre los soldados y los musulmanes que forman parte del set del filme –aún sin nombre– en el que Angelina debuta como directora.
Ahora, como los rodajes llevan tiempo, Brad viajó hasta el Viejo Continente y se instaló allí con sus seis hijos (tres adoptados, tres naturales). Los mayores (Maddox Chivan –9, nacido en Camboya–, Pax Thien –6, Vietnam–, Zahara Marley –5, Etiopía–, y Shiloh Nouvel –4, Namibia–), asistirán temporalmente al colegio local. Los pequeños mellizos, Knox Léon y Vivienne Marcheline (nacidos en 2008 en Francia), se quedarán en la casa de Hungría. Mientras tanto, hasta que el actor comience el rodaje de World War Z, su próxima película, acompañará allí a su mujer, cuidará a sus hijos y, ya que estamos, seguirá disipando toda niebla obtusa sobre crisis inventadas.
A los besos y abrazos, la pareja más taquillera de Hollywood despeja todas las dudas sobre su relación.
Ni de supuestas peleas por la crianza de sus hijos, ni de hipotéticos celos que él ya no soporta. En franca desmentida de tales chismes, cumpliendo un lustro de relación, Angelina Jolie y Brad Pitt andan a los besos por Europa.
Después de rodar en Budapest ante la atenta mirada de su pareja, Angelina mudará de locación a Bosnia, donde transcurre la historia.
