¿A que juega Chacho? – GENTE Online
 

¿A que juega Chacho?

Actualidad
Actualidad

Después de que su imitador resultara ganador en el Gran Cuñado de VideoMatch y el público lo condenara a quedarse en la casa hasta el último minuto,
parecía que Chacho iba a volver a transitar la enrarecida arena política argentina. Quienes comparten su intimidad sostienen que le molestaba aparecer siempre como el capitán que abandonó el barco en medio de la tormenta. Y hasta arriesgaban una pronta reaparición para cortar con esa

"mala onda" televisiva que lo castigaba. Pero no. Chacho, el verdadero por supuesto, después de reflexionar, decidió que era preferible continuar en el ostracismo. Y siguió sumergido en su rutina diaria. 

"Aunque, claro está, él es un animal político y le cuesta estar fuera de las grandes discusiones del país", afirman dentro de su entorno.

Hoy, en su casilla de e-mail [email protected] recibe más de cien correos electrónicos diarios. La gran mayoría de los escribas, además de alentarlo, le piden explicaciones por su huida. Quieren saber cuáles fueron los verdaderos motivos de su renuncia. Chacho, el verdadero, es consciente de que debe dar explicaciones. Y prepara paciente una respuesta que quizá pueda escucharse tras las elecciones legislativas de octubre.
"El sabe que si no dice bien clarito por qué se fue del Gobierno no puede volver a tener ninguna aspiración política", reconoce un hombre muy cercano a su entorno.

Mientras tanto, Carlos Alvarez parte todos los sábados por la mañana desde su departamento de la calle Paraguay junto a su esposa, Liliana Chiernajowsky -subsecretaria de Coordinación de gabinete del gobierno porteño y nueva militante de las filas del ARI, el movimiento político que lidera Elisa Carrió- hacia su casa del barrio privado Los Rosales en Canning. A bordo de su Ford Focus azul y con la compañía de Teo, su caniche, el matrimonio disfruta de la tranquilidad de los fines de semana. Allí Chacho -eximio futbolista en su adolescencia- se dedica al tenis con amigos. "Desde que empezó a jugar, mejoró. Todavía le falta para pegarle como Vilas o Clerc, pero para despuntar el vicio le alcanza y le sobra", cuenta uno de sus rivales en el court.
Durante la semana entrena sobre polvo de ladrillo en las canchas del gimnasio Megatlón de Pasco y Salta. Claro que como no todo es ocio en la vida de un político, Chacho continúa dictando clases de Pensamiento Político todos los miércoles, de 18.30 a 20, en el aula 211 de la Universidad Nacional de Quilmes, empleo por el que percibe unos 1.500 pesos mensuales.

Como es un hombre muy afecto a sus costumbres, muchos todavía no se explican por qué dejó de ir a desayunar al bar Varela Varelita, donde durante los últimos años mantuvo contacto con la gente y con los periodistas.
"Un día Página/12 publicó una foto de Chacho diciendo que gobernaba desde este bar y entonces nos dijo que por eso no iba a venir más", explica uno de los mozos. Y desde hace unos meses, su punto de reunión es la confitería Oporto, en Paraguay y Scalabrini Ortiz. Precisamente allí, el último viernes se reunió con uno de sus hombres más cercanos, el diputado tucumano José Vitar. Y Chacho, café de por medio, se despachó con todo:
"Nosotros, de ahora en adelante tenemos que formar una nueva fuerza, pero no una Alianza. Quedó demostrado que la unión con el radicalismo fue un fracaso. Tenemos que convocar a los dirigentes que después del 2003 queden sin rumbo, no de medio pelo sino con trayectoria política. Néstor Kirchner, por ejemplo. A él debemos proponerle que pueda desarrollar una política con mayor inserción en lo nacional, desde Santa Cruz. Porque por lo general los gobernadores se quedan estancados. Hacen bien los deberes en sus provincias, pero después no
prosperan
".

-¿Te parece, Chacho? -alcanzó a balbucear su interlocutor
 
-Si le damos una mano, puede llegar a ser el Bordón o el Chacho del 95. Esa es mi misión en el
FREPASO. Porque cuando especulan que voy a formar parte del partido de la
Gorda Carrió, yo te digo, Turco, que lo que hay que hacer es convencerla de que se sume a nosotros. No hay que dejar que se le unan Moreau y Storani. Por eso empecé a apoyarla; si no sus denuncias se mueren.
La gorda sola no va a poder seguir.

El Turco José Vitar lo miraba sorprendido. Por fin, volvía a ver a su amigo agitado por la política y no por el asma que lo aqueja desde antaño. Aunque Chacho, entre frase y frase, tosía nerviosamente y repetía:
"Ya hablé con Darío (N. de la R.: Alessandro, presidente del bloque de la Alianza en la Cámara de Diputados).
Me dijo que en octubre se va de la Alianza. Con los radicales no va a quedar nadie. Muchos están descontentos con De la Rúa, y más con Cavallo. Después de los resultados del 2003 van a salir volando. También hablé con Graciela (por Fernández Meijide)
y le dije que aunque ella tenga un lugar en el Gobierno, no debe conformarse. No tenemos que tener un pensamiento mediocre. Debemos pensar en las grandes
cosas
". 

Cuando llegó la hora de los pronósticos para las elecciones presidenciales, el diputado José Vitar volvió a consultarlo:

-¿Qué pálpito tenés para el 2003, Chacho?
-El PJ va a ser de nuevo gobierno, porque el radicalismo está destruido. Vamos a tener que aguantar cuatro años a los peronistas. Y después veremos cómo queda el país. Ahí tendremos que volver a aparecer. Hay que hacer doctrina de la caída del radicalismo, porque van a quedar partidos al medio. Cómo será que Alfonsín es la figura más importante que tienen. Yo lo veo, escucho sus discursos, y me da risa.

Alvarez está convencido: debe seguir dando pelea aunque éste sea el momento de mantenerse en silencio. Confía en Aníbal Ibarra como un candidato fuerte para el futuro:
"Ojo, si no se manda ninguna macana acompañando al radicalismo en el 2003 en algún puesto
importante…
". Y cuando escucha que algunos sostienen que fue desleal con el resto de sus compañeros, sonríe y comenta:
"Yo nunca me fui, formo parte de la segunda fuerza del país. Y pronto estaré de
vuelta"
.

Miércoles 12. Mediodía. En las canchas del gimnasio Megatlón, Chacho perfecciona su saque. Dos veces por semana, durante una hora, entrena duro para dar batalla a sus rivales los fines de semana en el country <i>Los Rosales de Canning</i>.

Miércoles 12. Mediodía. En las canchas del gimnasio Megatlón, Chacho perfecciona su saque. Dos veces por semana, durante una hora, entrena duro para dar batalla a sus rivales los fines de semana en el country Los Rosales de Canning.

<i>Chacho</i> es consciente de que muchos creen que está fuera de la política. Por eso, en silencio, prepara su regreso. Para ello desea sumar a dirigentes de peso de otros partidos, pero no quiere escuchar hablar de alianzas.

Chacho es consciente de que muchos creen que está fuera de la política. Por eso, en silencio, prepara su regreso. Para ello desea sumar a dirigentes de peso de otros partidos, pero no quiere escuchar hablar de alianzas.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig