Mercedes se mira al espejo, toma el último sorbo de café con leche y mirando el fondo de la taza, sin repetir y sin soplar, resume su vida. "Nací en Rosario, Santa Fe, hace veinticinco años; después de un tiempo, vinimos a vivir a Buenos Aires, y a los diez comencé a sentir el deseo de ser actriz. Tras mucho insistir, y sólo porque vivíamos enfrente de Canal 13, mis padres me llevaron a un casting, y enseguida empecé en Superclan. Luego hice teatro, comedia musical e infantiles. Con Nano tuve mi primer papel con continuidad; más tarde hice Calientes e Ilusiones, donde conocí a Nico -Nicolás Vázquez (27) con quien convive desde hace más de tres años-. Cuando no tuve trabajo, me las rebusqué como estatua viviente para una promoción de jabones en un supermercado y como vendedora de perfumes puerta a puerta. Hoy interpreto a Norita, en Padre Coraje y estoy por estrenar Cautiva, mi debut en el cine."
-¿Qué tiene en común Mercedes con Norita?
-Nada, en la casa donde vivimos con Nico no hay gritos, ni ataques de ira, yo no tengo la tendencia psicótica y el pasado turbulento de Norita; poco tienen que ver con mi personalidad o mi historia.
-¿Y cómo hizo para componer ese personaje desquiciado?
-Miré fotos, y hablé con algunas "abuelitas prestadas" que vivieron en los años 50. Algunas hasta me contaron que sus padres no las dejaban salir pintadas a la calle; entonces ellas se maquillaban con el polen de una flor. Otra me contó que veía sano que su novio visitara los prostíbulos. Con esas historias fui armando mi personaje.
-¿Alguna vez sufrió el rechazo de algún hombre?
- Sí, me enamoré de muchos hombres que no me dieron ni la hora. Lloré muchas veces tirada en la cama. Todo me sirvió para diferenciar el enamoramiento del amor. Hoy puedo decir que amo.
-¿Alguna vez sintió que se volvía loca por amor?
-Sí, el amor me provoca una locura hermosa, siempre estoy pensando en qué puedo hacer para que mis afectos estén bien. Entonces, les mando mensajes de texto, una canción. El amor también me provoca celos, vértigo, pero me encanta vibrar por amor.
(Entonces Mercedes repite la rutina que hace en la intimidad, se mira y habla frente al espejo, el espejo de su casa que tiene nombre, que se llama Meme en homenaje al sobrenombre que le pusieron sus hermanos cuando ella era chica. Y se sigue desnudando.)
-¿Es muy autocrítica cuando se mira al espejo?
-Tengo la neurosis de todas mujer; soy muy ciclotímica en cuanto a la devolución que me da el espejo. Igual no soy obsesiva por mi peso, ni sé mis medidas, ni nunca me hice una cirugía.
-¿Usted es una persona soñadora?
-No, soy muy terrenal. Soy capricorniana y Caballo de Tierra en el horóspoco chino. Tampoco soy de esas que sueñan con ir a trabajar a Hollywood, porque me marchitaría si me separo de mis afectos.
-Hace cinco años que está de novia y tres que vive con Nicolás Vázquez. ¿No tienen ganas de agrandar la familia?
-Ya la agrandamos, porque ahora tenemos un perro callejero que adoptamos en El Portal de las mascotas. Aunque estoy muy bien en pareja, no creo que este sería un buen momento para ser madre.
-¿Por qué cosas siente pasión?
-Por las cosas pequeñas y simples. Me apasionan los abrazos y los besos, pero también las cosas feas como ver a la persona que quiero despeinada, su cara de dormido, o cuando tiene fiebre y gripe y me tengo que quedar a su lado para cuidarlo y mimarlo.
-¿El humor de Nicolás fue clave para conquistarla?
-No, su gran humanidad, su nobleza. En él encontré un universo parecido al mío. Aunque somos diferentes pero tenemos los mismos valores y nos elegimos en las buenas y en las malas.
-¿Y cómo se tomó él sus escenas de sexo en Padre Coraje?
-No sé, cuando las hacía me divertí mucho, aunque en el set me sentí muy incómoda. En casa, al verlas en la tele, le tapé los ojos a Nicolás porque me daba vergüenza. Me quería volver invisible.
por Pablo Procopio
fotos: Maximiliano Vernazza
producción: Fini Bencardini
(maquilló Valeria Pulido con productos Trucco, peinó Damián para Cool Cuts, agradecemos a Kosiuko y Zhoue)
La apasionan las cosas simples, como los abrazos y los besos, la cara de dormido de su pareja, y aunque es muy terrenal, se confiesa muy enamoradiza.
Tengo la neurosis que tienen todas las mujeres, soy muy ciclotímica en cuanto a la devolución que me da el espejo. Igual no soy obsesiva por mi peso, ni se mis medidas, y nunca me hice una cirugía"">
"Tengo la neurosis que tienen todas las mujeres, soy muy ciclotímica en cuanto a la devolución que me da el espejo. Igual no soy obsesiva por mi peso, ni se mis medidas, y nunca me hice una cirugía"
