“A mi marido lo amo, lo acepto como es, sea en un auto o en una bicicleta” – GENTE Online
 

“A mi marido lo amo, lo acepto como es, sea en un auto o en una bicicleta”

Actualidad
Actualidad

A dormir mis ángeles, #Besoenlafrente para los que me apoyan y los q no”. Con este tuit, la modelo Karina Jelinek (30) se comunicó con sus seguidores, después de ver el último domingo, Periodismo Para Todos, el programa de Jorge Lanata en El Trece. Dicen que se fue a dormir triste, pero a la vez esperanzada. Había tenido alguna charla telefónica con su todavía marido, Leonardo Fariña (26), con quien se casó hace ya casi dos años, el 28 de abril de 2011. Enamoradiza y confiada, Jelinek dice que nunca sospechó nada raro acerca de su cónyuge, pero se sobresaltó horrores cuando la primera investigación de PPT lo puso como sospechoso de formar parte de un grupo de lavadores de dinero junto al empresario santacruceño Lázaro Báez, el financista Federico Olaskar y el marido de Iliana Calabró, Fabián Rossi.

Karina se dio cuenta de que a partir de ese momento su teléfono no dejaría de sonar, y que cuando intentó salir a la calle, más de una decena de periodistas y cámaras empezó a seguirla sin piedad adonde fuera. Y se defendió como pudo: “¿Lázaro Báez? ¿Qué voy a saber de política, si apenas sé de la vida? Estoy esperando que se aclare esto, como todos. Todo el pueblo está sufriendo. Me preguntás porque sabés que soy ignorante en este tema”, dijo, defendiéndose casi llorando del asedio.

Pese a que desde hacía unos días no veía a su amado, no dudó en confesar que está perdidamente enamorada de él y que esperaba con ansiedad estar a su lado para aclarar temas íntimos. Ana Rosenfeld, su abogada en otras cuestiones –para este caso no necesita defensa, ya que ella no es sospechosa de nada–, la tranquilizó, y aseguró que Jelinek está preocupada por lo que pueda pasarle a Fariña. “Lo amo y quiero creer en él. Lo acepto como es, ande en un auto o en una bicicleta. Ya nos sentaremos a hablar... Seguimos en un impasse, como lo definí hace unos días”, afirmó la morocha.

Como pudo, pidiendo perdón a los medios por no atenderlos como ella hubiese querido, Karina pudo salir entre cables y micrófonos para concurrir hasta el edificio de Life Chekka en el barrio de Belgrano, la agencia de modelos para la cual trabaja, y que la tiene como una de las integrantes top. De vuelta, habló de la participación de su marido en el programa Intrusos, que conduce Jorge Rial en América, donde Fariña se cansó de sostener que la cámara oculta que le hizo Jorge Lanata fue una verdadera farsa. “Vi todo por televisión. Me pareció bien lo que hizo Leo. Yo entiendo de moda y de desfiles, lo que hago desde hace trece años. Yo soy muy transparente, ustedes me conocen, vestida y en bolas. Me estoy mareando con tantas preguntas: no se olviden de que soy modelo”, se atrevió a bromear –o no tanto– después de detallar que ella podía hablar de un vestido de Benito Fernández, no de una red de lavado de dinero para transferir fondos supuestamente non sanctos al exterior.

Consultada por dónde estaba Fariña, su esposo, confió entre mohines que no sabía en qué lugar estaba viviendo, pero que lo seguía queriendo como el primer día: “Conservo la alianza, chicos, lo quiero... Pero me siento mal, estoy triste, estoy bajón... Mis padres también están mal”. Luego, las preguntas fueron subiendo de tono. Respecto a si se sentía una víctima de Lanata, Karina volvió a declararle a Leonardo Fariña su amor incondicional: “Lo amo, por eso me casé, pero hoy estoy rota por la situación. Compréndanme, estamos en un impasse, yo tengo las mismas preguntas y dudas que ustedes. Estoy confundida. Cuando vi el informe sentí dolor, tristeza, me hizo mucho daño. Hoy no sé cómo está Leo, pero que no quede duda de que yo estoy con él. Me siento mal. No sé cómo está él ahora, pero me tiene a mí: de eso tiene que estar seguro”.

Karina sale de su departamento de Avenida del Libertador, donde convivía con Leonardo Fariña. Hoy están distanciados, pero él pasó hace un par de días a buscar ropa. “Quiero creer en él”, sostiene Jelinek.

Karina sale de su departamento de Avenida del Libertador, donde convivía con Leonardo Fariña. Hoy están distanciados, pero él pasó hace un par de días a buscar ropa. “Quiero creer en él”, sostiene Jelinek.

Se casaron el 28 de abril de 2011, conuna fiesta fastuosa en el Tattersall, que habría costado 345 mil dólares. El se movió siempre con autos impresionantes, como la Ferrari negra de la foto, y se convirtió en mediático por tanta exposición pública.

Se casaron el 28 de abril de 2011, conuna fiesta fastuosa en el Tattersall, que habría costado 345 mil dólares. El se movió siempre con autos impresionantes, como la Ferrari negra de la foto, y se convirtió en mediático por tanta exposición pública.

“Yo tengo las mismas preguntas y dudas que ustedes; me siento mal. No sé qué decir, estoy confundida. Cuando vi el informe sentí dolor, me hizo mucho daño”

“Yo tengo las mismas preguntas y dudas que ustedes; me siento mal. No sé qué decir, estoy confundida. Cuando vi el informe sentí dolor, me hizo mucho daño”

Más información en Gente

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig