“A los que se burlan de mí les pregunto: ¿tienen su propia línea de moda como yo?” – GENTE Online
 

“A los que se burlan de mí les pregunto: ¿tienen su propia línea de moda como yo?”

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Hasta hace poco, en mi botinero tenía 100 pares de zapatos. Desde que empecé con mi marca ya llegué a los 200”, explica con su clásica ingenuidad Karina Jelinek (26), que acaba de asumir el rol de empresaria, lanzando su propia línea de carteras, zapatos, accesorios, “y muy pronto llegarán los vestidos”, aclara la infartante morocha mientras cubre su humanidad apenas con un par de sus creaciones. “Cuando era chiquita soñaba con tener mi propia marca de ropa. Finalmente pude concretar el deseo; estoy muy feliz”, sube la apuesta la cordobesa de Villa María.

–Partamos de una base: ¿cuánto cuesta usar zapatos, carteras y accesorios Jelinek?
–Tenemos precios muy acomodados a la situación actual; muy razonables, diría yo. Por ejemplo, zapatos a 500 pesos, sandalias –a las que bautizamos “gladiadoras”– a 440, carteras tipo bandolera a 400, bolsos a 800, lentes a 240...

–¿Le parecen tan acomodados?
–Sí, porque todos los artículos llevan mi firma, un número de orden que no se repite, una marca de rouge con mis labios, bah, un beso. Y el lunar que tengo en mi cara. Todo muy chic, con un estilo diferente. Cada producto lleva el nombre de una diva internacional, como Marilyn Monroe, Nicole Kidman, Jackie Kennedy, Brigitte Bardot.

–¿Hay un estilo Jelinek?
–Creo que sí: es audaz, divertido, moderno, sexy, naïf, elegante, vanguardista... Me gusta romper moldes. Creo que nuestra línea está por encima de muchas marcas internacionales. Por ejemplo, ya estamos dando un avance de lo que se va a usar en el otoño.

–¿Y con qué marca internacional podría competir?
–Tranquilamente con Dolce & Gabbana.

–¿Qué la inspiró a atreverse a este desafío?
–En 2003 me presentaron a Silvia Brown. Me empezó a vestir y nos elegimos mutuamente. Somos amigas, le comenté mi inquietud, a ella le encantó y me respalda en este nuevo rol. Juntas decidimos todo lo que tiene que ver con mi marca. Te aclaro que no copiamos a ninguna. Y usamos materiales de primera línea. Permitíme destacar la calidad, el diseño, el cariño y la dedicación que ponemos. Te juro que me encanta crear, tomar decisiones. De a poquito estoy aprendiendo a ser empresaria. Esta nueva actividad me permitió comprobar que con humildad se puede llegar muy lejos.

–Cuénteme más de Jelinek empresaria.
–Tengo muy claro lo que me gusta. Suelo comprar cosas exclusivas, de marcas internacionales.

–¿Y cuáles son sus preferidas?
–Consumo muchas: Fendi, Gucci, Dolce & Gabbana, Prada, Christian Dior. Cuidado, que miro mucho los precios. Si son buenos, entro; si no, sigo de largo.

–¿No teme que la critiquen diciendo que juega a ser una diva sacando su propia marca de ropa?
–No. Quiero crecer, progresar, mejorar. Tengo mucho camino para recorrer. No soy adivina para saber qué van a decir. Ojalá lo fuera... Sabría qué va a pasar conmigo artísticamente.

–¿Y qué le gustaría que pase en su futuro?
–Me encantaría tener un programa de televisión como el de Susana Giménez. Me siento muy identificada con ella. Me gusta porque se le perdona todo. Ojalá me pueda ganar eso, porque a mí muchos me dan con todo. A los que se burlan de mí les pregunto: ¿tienen su propia línea de productos como yo?

–¿Lo dice por Roberto Pettinato?
–No, pero él es uno de los que me cargan siempre. Confieso que me dolió cuando lo hizo.

–¿Por eso le puso una demanda judicial?
–Claro, porque creo que se excedió.

–¿No lo perdona?
–Yo sí, y que Dios lo bendiga. El que no lo va a perdonar es el juez.

–Volviendo a lo de las divas, ¿a qué mujeres de nuestra farándula las considera como tales?
–A tres: Susana Giménez, Mirtha Legrand y Moria Casán. Tienen muy buena imagen con las señoras de la casa. Yo creo que logré eso. Las mujeres me lo dicen en la calle. Siento que no compito con ellas, que no me sienten una enemiga porque pueda gustarles a sus maridos. A Carmen Barbieri también la amo: para mí es una reina.

–Las mujeres quieren saber cómo hace para tener ese cuerpo. ¿Puede contar cómo se cuida?
–La dieta Jelinek, ja, ja. Primero, como sano, controlo mi peso. Y encontré algo que fue fundamental para mi cuerpo. Un día le pregunté a Pampita cómo hacía para estar tan bien después del embarazo. Me recomendó que fuera a Tercer Millenium y me resultó excelente. Hago gimnasia localizada y bicicleta dentro de una cápsula con 40 grados de temperatura. Son 45 minutos por vez, que representan 3 ó 4 horas de ejercicio común. Eso es todo. Además, el Bailando por un sueño me vino bárbaro como ejercicio.

–¿Seguirá el año que viene con Marcelo Tinelli?
–Lo estoy analizando. Me llamaron para hacer comedia musical en 2009. Estoy muy agradecida de que me tengan en cuenta. El programa de Marcelo me convirtió en popular. Y además, hice un curso acelerado de baile, que me vino bárbaro.

–¿Va a hacer teatro en el verano?
–Tuve ofrecimientos de Gerardo Sofovich y Carmen Barbieri. Fue un honor que me llamaran, pero siento que todavía no estoy capacitada. Por eso me voy a dedicar a lo mío: los desfiles. Me van a ver en Punta del Este, Pinamar, Mar del Plata...

–Cuénteme la verdad: ¿estuvo o no embarazada?
–No estuve ni estoy. Pasa que como me desmayé en Bailando... algunos inventaron eso. Quizá porque en el programa hubo una ola de embarazos.

–¿Es cierto que recibió de Luis Miguel una invitación para cenar a solas?
–Es un invento. Y te aclaro, por si hace falta, que si la hubiese recibido no habría aceptado. Estoy muy de novia.

–Escuché rumores de que piensa casarse.
–Es verdad, pero en tres años, más o menos. Estoy en pareja con Christian Romero, que es publicista. Ya llevamos cuatro años de relación. Quiero formar una gran familia.

–Cuando se desmayó en Bailando..., algunas colegas suyas especularon con que fue fingido. ¿Qué les contesta?
–No me importa. Además, se vio que caí sin poner las manos. Y eso es imposible que lo haga alguien que está consciente. Igual, el golpe me hizo bien: me sirvió para aclarar las ideas, ja. Karina luce los diseños propios que llevan su nombre y sueña con que se conviertan en un clásico. “Creo que pueden competir con marcas internacionales, como Dolce & Gabbana”, arriesga.

Karina luce los diseños propios que llevan su nombre y sueña con que se conviertan en un clásico. “Creo que pueden competir con marcas internacionales, como Dolce & Gabbana”, arriesga.

“Hasta hace poco tenía 100 pares de zapatos en mi botinero. Y desde que empecé con mi marca ya llegué a los 200”, cuenta Karina, y asegura que los precios de sus productos son muy acomodados y razonables.

“Hasta hace poco tenía 100 pares de zapatos en mi botinero. Y desde que empecé con mi marca ya llegué a los 200”, cuenta Karina, y asegura que los precios de sus productos son muy acomodados y razonables.

Su línea de anteojos que rondan los 240 pesos tiene un estilo que ella definió como Mariposa, por sus contornos. “Es lo que se viene de Europa, un must”, describe Jelinek.

Su línea de anteojos que rondan los 240 pesos tiene un estilo que ella definió como Mariposa, por sus contornos. “Es lo que se viene de Europa, un must”, describe Jelinek.

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