Son gente discreta, al punto tal que resulta en extremo difícil encontrar alguna declaración en la que opinaran sobre su noviazgo o sobre la actividad artística del otro. Ella se llama Leonor Watling (Madrid, 28 de julio de 1975) y es una de las principales y más cotizadas actrices españolas del momento: dirigida por Almodóvar, fue protagonista de Hable con ella, y actúa con Elijah Wood en Los crímenes de Oxford, de Alex de la Iglesia, basada en el libro del argentino Guillermo Martínez.
También canta en el grupo Marlango, cuyo tercer disco, The electrical morning, ya apareció en Argentina, y acaba de cantar con Fito Páez en su importante show madrileño del mes pasado. El es Jorge Drexler (Montevideo, 21 de septiembre de 1964, separado, un hijo), uno de los principales cantantes y compositores del Río de la Plata, nada menos. Y nuestro entrevistado...
–¿Cómo vio a Leonor en Los crímenes...?
–Yo la veo siempre bien, pero no soy objetivo.
Hasta ahí llega Drexler respecto al tema: ni una frase más. Tampoco Leonor Watling es su único punto de contacto con el mundo del cine: al margen de haber ganado tres años atrás el premio Oscar por su canción Al otro lado del río, para Diarios de motocicleta, de Walter Salles, hace pocas semanas el trabajo de Jorge volvió a sonar en la pantalla grande con el estreno de El nido vacío, de Daniel Burman, antes de que lo convocara el mismísimo James Ivory para ponerle su ritmo a The city of your final destination, que rodó meses atrás en Buenos Aires, con Anthony Hopkins, Charlotte Gainsbourg y Laura Linney. “Esta vez no es sólo una canción”, aclara, “sino toda la banda sonora instrumental. Estoy súper contento. La historia transcurre en Uruguay, así que estoy estudiando música uruguaya y centrándome en compositores folklóricos, buscando raíces”.
–¿Es verdad que le puso música a la película de Burman y aún no lo conoció cara a cara?
–Insólito, ¿no? Fijáte que una de las intenciones que tengo en mi paso por Buenos Aires es tomar un café juntos. Hablé con él más que con ningún director, pero fue todo por teléfono. Daniel es minucioso, sabe bien lo que quiere y lo que no. Me quedé muy contento con el resultado, y tengo entendido que El nido vacío anduvo bárbaro en los cines. Es preciosa y se lo merece.
Lo dice conviniendo en que incursionar en canciones para películas y bandas de sonido parece ser una suerte de vacaciones comparado con la tensión de hacer un álbum propio. “Está bueno dejar de ser el centro en algún momento”, admite. “Las películas son el centro, no las bandas sonoras. En las películas, tu trabajo es la periferia. En cambio en un disco todo gira alrededor tuyo y de las canciones”. A propósito de gira y canciones, si algo parece ausente en la agenda del charrúa son las palabras “tiempo libre”. Hoy transita el tramo final de una gira de 100 shows por Hispanoamérica. Periplo que comenzó con la salida del disco 12 segundos de oscuridad, y empalmó con la grabación de otro, Cara B, en vivo. El mismo que viene presentando a sala llena en dos Gran Rex, al punto de agregar otra función para el sábado 31.
–Y antes participó en el megaconcierto de la Fundación ALAS, con Shakira y Alejandro Sanz, entre otros...
–El proyecto me gustó porque implica sinergia: hay economistas, artistas, gente del sector público, educadores y psicólogos. Ahí sí me parece que una canción puede ser parte de un sistema que cambie cosas. Creo que el sector artístico iberoamericano está entrando en un momento de madurez, donde cada uno está menos preocupado por salvar su propia carrera y empezando a ver que alrededor hay otras cosas.
–¿Separó algunas semanas del resto del año para descansar y dedicarle a su vida privada?
–Necesitaría. Ahora estoy muy cansado. Ya viajamos por quince países y, aunque estoy muy contento con la repercusión, tengo ganas de cerrar estos capítulos y descansar un poquito. En julio pararé unos meses. Tendré un poco de trabajo en octubre y noviembre, y luego vuelvo a parar en enero. Supongo que ahí empezaré a escribir, aunque no lo tengo muy organizado. No sé descansar mucho.
Mientras Drexler no deja de rodar con su música y habla poco de su intimidad, Watling, su novia, se luce en Los crímenes de Oxford, junto a Elijah Wood.
Dos fines de semana atrás, con Shakira y Sanz, durante el multitudinario festival organizado por la Fundación ALAS en Buenos Aires. “Creo que hoy en el sector artístico iberoamericano cada uno está menos preocupado por salvar su propia carrera, y empieza a ver que alrededor hay otras cosas más”, entiende.
Cara B es el nombre del tour que el talentoso uruguayo viene presentando en el teatro Gran Rex porteño (Corrientes 857), y al que acaba de agregarle una tercera función, el sábado 31 de mayo, a las 21:30. Se trata del último tramo de un centenar de shows en Hispanoamérica.
