"A la edad en que todas se hacen cirugías, yo quedé embarazada" – GENTE Online
 

"A la edad en que todas se hacen cirugías, yo quedé embarazada"

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Al momento de hacer la nota, Marcela está embarazada de ocho meses y una semana.
"Al parir", dirá ella. Luego aclarará que su intuición le dice que resistirá hasta el 5 de septiembre, fecha en que su médico -el especialista en fertilización Sergio Pasqualini- marcó como la llegada de Rocco al mundo. Cuando uno la ve, da la impresión de que el bebé no aguantará un día más. Pero la madre está espléndida y cuenta, con orgullo, que engordó sólo siete kilos:
"Cuando lo tuve a Nacho fueron 23, y con Juana, 19. La naturaleza es sabia". Todos los días llega a
Azul Televisión, donde conduce Nominados, al volante de su 4 x 4. En el estudio se mueve con agilidad. Lo único que le recuerda su estado es la dificultad para respirar:
"Tengo que controlar la respiración, porque el bebé es muy grande y me deja poco espacio en el diafragma", explica. "Pero estoy feliz . Hoy le decía a mi marido que cuando nazca el bebé voy a extrañar la
panza
".

-A menos de un mes del parto, ¿gana la ansiedad o el miedo? 
-El miedo al parto, a que el bebé no esté bien, a sufrir. Ahora me siento de nuevo como una primeriza; imaginate que Juana tiene 19 años. A veces tengo temor de parir en el estudio. Por eso ya están todos avisados: si rompo bolsa en el aire, pido un corte y desaparezco. Lo único que le dije a Pasqualini es que no me hiciera sufrir.
"Doctor, al menor ay, a cesárea". Mis partos anteriores fueron normales, pero no me importaría ir a cesárea. Nada de gritos, desgarros, quiero que todo sea con mucha paz. 

-Entonces sólo miedos…
-Bueno, no todo. La sensación inmediata es de gran alegría, de mucha emoción. Tiene que ver con lo que significará este bebé para las dos familias: Rocco será un nudo de unión. Hasta ahora, mis hijos y los de Marcos (N. de la R: Gastaldi, su marido) eran algo hermanos, pero ahora ya tienen un hermano en común. Rocco es la muestra más clara del profundo amor que existe entre mi marido y yo. Y para mí es un desafío: siempre dije que quería tener un tercer hijo. Con Marcos me pasa algo que no había vivido: por primera vez en la vida no soy egoísta con mis sentimientos. Yo siempre fui muy mimada por mis hombres: mis parejas, mi padre, mi hijo, y siento que ésta es la primera vez que soy generosa en el amor. A Marcos lo quiero tanto que me emociona verlo. Este hijo fue una elección de amor, nos amamos tanto que nos jugamos con todos los riesgos. 

-Dijiste alguna vez que Rocco fue concebido como una forma de darle vida a la familia, luego de la muerte de tu hermano Daniel. 

-Mirá, yo soy una persona muy alegre y venía arrastrando muchas pérdidas: un padre que amé profundamente y un hermano que, si bien no teníamos tanta relación, me doy cuenta de que con el tiempo lo extraño cada vez más. Cuando Daniel murió, hace ya dos años, con Marcos estábamos en nuestro primer año de convivencia y hablábamos de la posibilidad de un hijo. Y su muerte fue un disparador para querer, con toda el alma, dar vida a tanta tristeza. Pero que se entienda: Rocco no viene a suplantar a nadie. Sí es cierto que cuando lo decidimos, yo necesitaba una felicidad, y creo que fue un acto de verdadera valentía y coraje. 

-¿No hay algo de inconsciencia al encarar un embarazo a los 50 años? 
-Se me podría haber tildado de inconsciente si no hubiera hecho todo lo que hice antes de intentarlo. Me refiero a que consulté al mejor profesional en fertilización, el doctor Pasqualini, que después de una charla y varios estudios, me dio el okay. Lo primero que me preguntó: "¿Menstruás,
Marcela?
" Y yo le contesté: "Sí, como una adolescente". "Perfecto, sigamos
adelante
", me dijo. Hasta ese momento, la idea podía llegar a tener algo de inconsciencia, no lo niego. Pero cuando consultás con un especialista y te ubican en el camino de la realidad, ¿qué más necesitás? Valentía y coraje. Y así fue la historia. Por eso digo que no fue una inconsciencia de nuestra parte. Rocco es un bebé muy deseado: fueron tres intentos, tres in vitro hasta que lo logré. Quisiera que este embarazo durara once meses, porque me siento plena. 

-Con tres intentos, ¿en algún momento pensaste en renunciar a la idea?

-La primera vez, cuando me hicieron la aspiración del óvulo, que fue bastante doloroso. Las otras dos veces ya iba cancherísima. De todas formas, creo que no sufrí porque pesaban mucho el deseo y las ganas. La última vez dije: "Hasta acá llegué". Me sentía hinchada por toda la revolución hormonal que vivía, y encima no lograba resultados. 

-¿Hubieras adoptado?
-Creo que no. Quería que saliera de mi persona, de mi cuerpo. Por suerte el reloj biológico me ayudó muchísimo. 

-¿Cómo viviste el proceso?

-Al principio, sólo con mi marido; no se lo contamos ni a nuestros hijos. Preferíamos esperar a que pasaran los tres meses, que todo estuviera bien. Marcos me acompañó en cada uno de los momentos, y sufría conmigo. Era una especie de comunión. Después de los primeros meses, como yo soy antimédico, él se ocupó de llamarlo para ver si podía tomar tal o cual remedio. Es un santo, me emocionan su compañía y devoción. Sin él no hubiera podido hacer nada. 

-¿Cuándo te enteraste del embarazo?
-El 2 de enero a la tarde. Ese día habíamos llegado con toda la familia de vacaciones a Aspen para esquiar, y a la tarde me hice el primer test que yo había llevado en la valija. ¡Y dio positivo! Marcos inmediatamente llamó al médico a Buenos Aires, y lo primero que le dijo fue:
"Que ni se le ocurra esquiar, en 48 horas hay que hacer un nuevo test". Yo tenía unos nervios... Cuando me hice el segundo, dio recontra embarazada. Ahí empezó a brotar mi parte escorpiana mala: todos la pasaban bomba, y yo no podía esquiar… Y en Aspen lo único que hay es nieve, hice surcos en la calle de todo lo que caminé. En una de esas vueltas me hice amiga de una venezolana que estudiaba criminología, y yo le decía:
"Quiero matar a toda mi familia, nadie se queda conmigo". Nadie lo sabía, salvo Marcos. Yo decía que no esquiaba porque me había operado de una hernia de disco. Nadie se dio cuenta, salvo Juana que me dijo:
"Vos estás embarazada, mamá, mirate las lolas". Y yo se lo negaba. Por eso ella es la madrina de Rocco, y Marquitos, el hijo de Marcos, el padrino. Después de ahí nos fuimos a
Universal Studios, donde todos los juegos eran prohibidos para embarazadas.

-¿Cómo se lo contaron a sus hijos?

-Yo se lo dije a los míos, y Marcos a los suyos. Estaban todos muy felices. Juana se lo tomó bárbaro, porque además ella es muy pegada a mí. A Nacho primero le agarró una cosita... Pero yo sabía, imaginate: hijo varón, mayor... Cuando todavía no se lo había contado a nadie, Nacho me decía: "¿Por qué respirás como
embarazada?
" Y yo no le decía nada. Pero ahora está chocho. En estos días estuvo en Bariloche, y me llama ba todo el tiempo:
"Mamá, ¿estás bien? ¿Cómo está Rocco? Cuidate". A ellos los emociona saber que estoy gestando vida. De todas formas, es un tema que los hijos acepten la sexualidad de los padres… 

-¿Cómo viviste tu sexualidad durante el embarazo? Hay mujeres que se sienten más sexies.
-Yo soy una persona que ama el sexo, soy muy tierna, y el embarazo me erotizó muchísimo. También a mi marido, en ese sentido la pasamos bomba. No entiendo a las embarazadas que dicen:
"No me veo bien, no quiero tener ningún tipo de relación". Al contrario, hay que tener ingenio y fantasía. Será porque yo siento que el embarazo me puso muy sensual. A esta altura, también le pongo humor: me miro al espejo, con esta panza, con las hermanas de Rocco (se mira las lolas), y me digo: "¿Soy yo
realmente?
" Igual me siento una diosa, será porque me juré a mí misma no ser la embarazada de antaño con talle imperio. Trato de estar moderna, linda, me encanta arreglarme. 

-¿Hacés dieta, gimnasia? 

-Lo único que hice fue ir tres veces por semana a endermologie -tratamientos anticelulitis para las piernas- con mi nutricionista de siempre, Silvana Datto. Y respeté a rajatabla las cuatro comidas. Después, lo normal: me controlé con análisis de sangre y de orina. En un momento estuve anémica y me dieron hierro y vitaminas. Yo creo que estoy espléndida porque me lo propuse. Hoy, la mayoría de las mujeres de 50 años dicen:
"Estoy mejor que cuando tenía 20". Claro, a mi edad todas se hacen lolas, lipo y cirugías. Yo quedé embarazada (se ríe). Pero, bueno, algo sabio salió en mí e hizo que me proteja y que no me pase, como a muchas embarazadas, de engordar, tener la cara hinchada o la cola caída. Eso no quita que si después de amamantar a Rocco se me caen las lolas o me sobran rollos, recurra al cirujano. Si tengo que operarme para estar bien de nuevo, lo haré.

-Se te ve muy positiva… pero te plantearás que cuando muchas de tus amigas se disponen a disfrutar de sus nietos, vos vas a cambiar pañales y a perder cierta libertad.

-Claro que sí me lo planteo, pero no lo siento así. Yo siento que es un desafío más a la vida. Además, tengo todo a mi favor. Por lo pronto, empiezo con otro marido, en otra era, en otro siglo, con otro modernismo. Este bebé llega con seis hermanos grandes que van a ayudar, me agarra en otra situación económica, con otros proyectos… Y con ganas de levantarme a media noche a dar el pecho y cambiar pañales. Me divierte pensar que alguno de nuestros hijos, en poco tiempo, sea padre. Mejor, así tendremos más temas de conversación. En ningún momento hice un balance negativo:
"Pierdo mi libertad, mi tranquilidad". Todo lo contrario, lo incorporé como algo natural. Estoy segura de que, como con mis otros hijos, viajaré con él, trabajaré con él y proyectaré mi vida con él. Hoy todo se da para animarse. Y además lo vivo con la sabiduría de haber criado dos hijos, con toda una historia de vida. Siento que a Rocco lo recibo mucho más sabia.

Dice del embarazo: Nos erotizó muchísimo a mí y a mi marido. La pasamos bomba". Le encanta vestirse con la última moda y ropa al cuerpo. Aquí, con catsuit negro y zapatos Dolce & Gabbana.">

Dice del embarazo: "Nos erotizó muchísimo a mí y a mi marido. La pasamos bomba". Le encanta vestirse con la última moda y ropa al cuerpo. Aquí, con catsuit negro y zapatos Dolce & Gabbana.

Se me podría haber tildado de inconsciente si no hubiera consultado al mejor profesional en fertilización. .. Rocco es un bebé muy deseado: fueron tres in vitro hasta que lo logré. Hoy quisiera que el embarazo durara once meses, porque me siento plena"">

"Se me podría haber tildado de inconsciente si no hubiera consultado al mejor profesional en fertilización. .. Rocco es un bebé muy deseado: fueron tres in vitro hasta que lo logré. Hoy quisiera que el embarazo durara once meses, porque me siento plena"

El sábado a la noche, el matrimonio Gastaldi-Tinayrse fueron al <i>Teatro Colón</i> para gozar del concierto de la Filarmónica de Israel, dirigida por Zubin Mehta.

El sábado a la noche, el matrimonio Gastaldi-Tinayrse fueron al Teatro Colón para gozar del concierto de la Filarmónica de Israel, dirigida por Zubin Mehta.

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