“A ellos les deseo lo mejor, pero yo no me caso ni loca” – GENTE Online
 

“A ellos les deseo lo mejor, pero yo no me caso ni loca”

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Las hermanas Giménez Aubert tienen muchas cosas en común. No sólo comparten su amor por las tierras charrúas y su rubio color de pelo, sino que también tienen debilidad por los uruguayos: Susana (la famosa) ya superó los tres años en pareja estable con Jorge Rama (36), y María Carolina (“la nena” menor, de 31) apostó al casamiento con Federico Martín Linder Costa (un ingeniero agrónomo de 28 años nacido y criado en Montevideo). La boda, precisamente, fue la excusa para este reencuentro...

POR IGLESIA. Sábado 26 de abril, 16 horas, Punta del Este. Susana Giménez, vestida de negro –con una estola de zorro, guantes largos y una cartera de crocco– fue una de las primeras en llegar a la Parroquia de la Asunción, en Laguna del Sauce. Había jurado ir, y ahí estaba: puntual y feliz. Hijas del mismo padre, Augusto Giménez Aubert, crecieron distanciadas y con realidades totalmente distintas. Diferencias que la propia Susana llegó a confesar alguna vez: “Tuve una relación difícil con mi padre. Lo adoraba. Estaba enamorada de él, porque era lindo, buen mozo. Pero también era muy duro. Cuando yo crecí, la relación se fue enfriando. Cuando papá se casó otra vez y tuvo a mis tres hermanos más chicos, yo veía cómo era con ellos y decía: ‘Qué increíble, qué distinto es. Otro padre, otro hombre’”.

Sin embargo, los eventos familiares fueron desde siempre ineludibles para las dos: Carolina, con tan sólo once años, vistió de rosa para el segundo y último casamiento de la diva con Huberto Roviralta, allá en diciembre de 1988, cuando inauguraron el Roof Garden del Alvear Palace con una súper fiesta para 500 invitados. Hoy, veinte años después, les toca cambiar de roles...

A bordo de un Peugeot 206 negro y con un diseño bordado de Abril, que marcaba sus cuatro meses de embarazo, Carolina entró a la iglesia con un tema de Enya y del brazo de los padrinos, Patricio y Federico, sus hermanos varones. En una ceremonia sencilla, celebrada por el diácono Teodoro Sipitria, la hermana de Su reafirmó ante Dios el “sí quiero” que había dado el día anterior en el Registro Civil de Maldonado.

Con Fede nos conocimos hace dos años en Creamfields –recordó Carolina después de saludar en el atrio a todos los invitados–. Nos enamoramos en el mismo momento en que nos conocimos. Me caso porque siento que esta vez es para siempre y porque decidimos darle una familia al hijo que esperamos en seis meses”.

LA FIESTA. No fue como la de su hermana, no. Con un estilo descontracturado –como pidió la pareja–, los 200 invitados se ubicaron a gusto y piacere en los diferentes livings que se armaron en los jardines del exclusivo hotel Art Las Cumbres de Punta Ballena. ¿El menú? Fue completísimo: hubo mini blinis de salmón, bruschetta de jamón crudo con aceitunas negras, bruschetta con queso azul, pera y nuez, mini pitá de pollo y rúcula, tarteleta de palmitos para la entrada. Como plato principal: lomo trozado con salsa de echalotes fundidos al vino tinto, acompañado con centro de verduras asadas y hierbas fritas. El postre: Magaly cake, mousse de limón con copo de merengue y tarteleta con crème brulée y frutillas. ¿La torta de bodas? Bizcochuelo de chocolate relleno de mousse de dulce de leche y decorado con fondant blanco.

No fue una típica fiesta de bodas. Faltó el vals, aunque Patricio (el hermano cantante de la diva) le regaló a la pareja la canción Fly me to the moon, de Frank Sinatra, para inaugurar la pista. Tampoco se vio el clásico trencito a la hora del Carnaval carioca, pero sí se bailaron todos los hits de los años ochenta (la música preferida de los novios). Entre las tradiciones faltantes: ni tira de ramo ni cintitas.

Los casamientos de hoy son mucho más naturales y emocionantes”, reconoció la diva antes de marcharse.

–¿Te gustó?
–La ceremonia fue lindísima. El sacerdote estuvo divino en su sermón. Dijo cosas que nos conmovieron mucho a todos. Me quedé hablando con él un rato para agradecerle por las palabras que le dedicó a mi hermana.

–Estás emocionada...
–Muy. Me emociona este reencuentro familiar y saber que pronto seré tía.

–¿Te gusta ese nuevo título?
–Sí, claro. Me encanta serlo, me pone muy feliz. Además, ya era hora de que llegara un sobrino. Es la ley de la vida, ¿no? Además, los chicos ya saben el sexo: será un varón y le van a poner... ¿cómo era...? Ah, sí: Francisco Augusto.

–¿Cuál es tu deseo para la pareja?
–Yo sólo quiero que sean muy felices. Ella es maravillosa y el marido es un dulce. Me parece que son ideales. Todos apostamos por la pareja desde un principio. Por eso vino toda la familia. Me encanta poder estar acá y disfrutar junto a ellos este momento tan especial. A ella le deseo lo mejor...

–¿Te casarías otra vez?
–¿Yo? ¡Nooo! Ya no. A ellos les deseo lo mejor, pero yo no me caso ni loca. Pero, viste que cuando sos chico todo el mundo quiere casarse. Yo ya soy un caso especial... No me casaría otra vez (risas). No me animo... Estoy en otra etapa.

–Dicen que la tercera es la vencida.
–Eso dicen, sí, pero yo mejor paso.

–¿Estás bien con Rama?
–Estamos muy bien con Jorge. Por eso seguiremos así.

–¿Qué les regalaste a los novios?
–Ahora las parejas ya no piden regalos. Abrieron una cuenta en una agencia de viajes para elegir un destino a partir de lo que se acumule. Ahora, en dos semanas, se van a Grecia. Y la idea de Caro es hacer otra mini luna de miel a la India cuando tenga el bebé. Yo le recomendé ese país después de conocerlo. Sé que le va a encantar.

–Tienen mucho en común, parece.
–Sí, mucho más de lo que nosotras mismas nos imaginamos. Otros proyectos, otras metas, claro, pero mucho en común en gustos y personalidad.

–¿Con qué fantaseás vos hoy?
–Estoy muy ansiosa por sacar al mercado mi revista y ver la reacción de la gente. Tenemos pensado salir en los kioscos el 25 de mayo. Así que prepárense, porque habrá una gran fiesta el 20.

–¿Y la tele?
–¡Ay, no empiecen con eso, que ahora estoy acá!

Susana reunió a todos sus afectos para la foto familiar: Jorge Rama, Carolina, Federico Linder Costa (el novio), su hermano Patricio, su hija Mercedes y Federico (el menor del clan Giménez Aubert) posaron con ella.

Susana reunió a todos sus afectos para la foto familiar: Jorge Rama, Carolina, Federico Linder Costa (el novio), su hermano Patricio, su hija Mercedes y Federico (el menor del clan Giménez Aubert) posaron con ella.

El glamour ante todo, siempre presente. Vestida de negro y envuelta en una estola de zorro, Susana bajó de su camioneta Mercedes Benz ML350 acompañada de su pareja desde hace 3 años: el uruguayo Jorge Rama. Fueron de los primeros en llegar a la iglesia, ubicada en las afueras de Punta del Este.

El glamour ante todo, siempre presente. Vestida de negro y envuelta en una estola de zorro, Susana bajó de su camioneta Mercedes Benz ML350 acompañada de su pareja desde hace 3 años: el uruguayo Jorge Rama. Fueron de los primeros en llegar a la iglesia, ubicada en las afueras de Punta del Este.

La Parroquia de la Asunción, en Laguna del Sauce, el lugar elegido para dar el “sí” frente a Dios.

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