A 25 años del suicidio de Alfredo Yabrán: cómo continuó su vida la familia del empresario – GENTE Online
 

A 25 años del suicidio de Alfredo Yabrán: cómo continuó su vida la familia del empresario

Alfredo Yabrán: cómo continuó la vida de su familia a 25 años del suicidio
María Cristina y sus tres hijos continuaron sus existencias lejos de Buenos Aires. Aun en medio de un pronunciado bajo perfil, mantienen sus negocios millonarios.
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Alfredo Yabrán se quitó la vida el 20 de mayo de 1998 luego de que pasaron 5 días de que la Justicia pidiera su detención por el crimen de José Luis Cabezas. Fue encontrado en su estancia llamada San Ignacio en Entre Ríos por el equipo policial que allanó su casa.

La actualidad de los herederos de Alfredo Yabrán

Desde entonces, su familia se ha mantenido al marten del ojo público y la prensa en general. Sus hijos mayores, Pablo y Mariano, tomaron el mando de las empresas que estaban al nombre de su padre: Yabito SA, Lanolec SA, Aylmer Inmobiliaria SA y Bosquemar Emprendimientos Turísticos SA.

El misterioso clan reparte su vida entre Buenos Aires, Montevideo, Punta del Este y Miami. Allí cuentan con numerosas propiedades y varias sedes de sus negocios inmobiliarios.

La familia de Alfredo Yabrán en la actualidad.
Foto: redes sociales.

Si bien los conocen muchísimas personas y empresarios argentinos e internacionales, dar con ellos es una tarea casi imposible. En Internet hay poquísimos rastros de los herederos de Yabrán. Hace poco se conocieron algunas imágenes actuales de la poderosa familia ya que tenían sus redes sociales públicas. Tal es así que se pudo ver a la vida de Alfredo junto a sus tres hijos y sus nietos de viaje en uno de los parques de diversiones de Disney.

María Cristina Pérez, la viuda de Alfredo Yabrán

Según la prensa uruguaya, la viuda de Yabrán se instaló en un caserón en el barrio de Carrasco, Uruguay. Allí mantiene una vida calma y "como la de cualquier otra persona". En su nueva casa suele recibir a sus hijos y sus nietos. La mujer, que nunca estuvo muy activa en los negocios empresariales, compró a medias un departamento de lujo en Miami junto a su hijo Pablo.

Pablo Yabrán, el hijo mayor

Pablo se recibió como ingenerio electrónico en el ITBA pocos meses antes del suicidio de su padre. Tras la muerte de Alfredo, se dedicó de lleno a los negocios. Es propietario del 70% de un empresa asesora de inversores llamada  Mpt Asset Management Corp que cuenta con 4 millones de dólares de ganancias anuales. Se casó con Paula Traverso, hija del corredor automovilístico Juan María Traverso. Junto con su cuñado "Juanchi" se fanatizaron con la música electrónica y se mostró como DJ en varias ocasiones.

Mariano, el hijo del medio

Mariano es abogado recibido de la Universidad de Savador. Se especializó en administración de empresas y finanzas. Lleva adelante una empresa de postal y de envíos uruguaya llamada SendIt. También administra Greenpol, su negocio de bienes raíces. Como el resto de su familia, se radicó en Uruguay.

Melina, la hija menor

Melina, quien era considerada la preferida de su padre, mantiene una rutina alejada de los grandes negocios. Su vida transcurre con su marido, Facundo Reggi, entre Miami y Nordelta. A través de la cuenta de Facebook de su esposo se pudo conocer una fotografía de ella de los últimos años, pero continúa moviéndose con total hermetismo.

Melina Yabrán y su marido, Facundo Reggi
Foto: redes sociales

La muerte de Alfredo Yabrán: la cobertura de GENTE en 1998

Apenas trascendió la noticia del suicidio de Alfredo Yabrán, el equipo de revista GENTE viajó hacia el lugar del hecho. Allí este medio dialogó con Leonardo Aristimuño, administrador de los campos del empresario, quien reveló lo que le había dicho su jefe ese mismo día a la mañana: "Ayer soñé que hoy venían a buscarme".

El ejemplar de ese entonces relata el minuto a minuto del accionar de los funcionarios, policias y peritos que estuvieron ese día en la mansión del empresario. "Según detalló una fuente reservada del departamento de Criminalística de Paraná, mientras el comisario Miguel Amancio Cosso accionaba el picaporte que llevaría a su detención, Yabrán, de pie en el baño de paredes blancas colocó el caño de la escopeta High Standsrd 12/70 cinco centímetros adentro de su boca, lo sostuvo con la mano izquierda, y apretó el gatillo con la derecha. Cuando la comisión policial que iba a detenerlo entró, nada había que hacer. El disparo lo mató en el acto".

Crónica de la investigación del suicidio de Alfredo Yabrán. Revista GENTE, mayo del 1998.

En la estancia del empresario muerto encontraron: cuatro escopetas cargadas, un celular, un maletín con un equipo telefónico satelital, una carta dirigida al "señor juez", en la cual Yabrán dice que solo se someterá a la justicia divina, y un sobre cerrado con una doble tira de cinta adhesiva dirigido a su secretaria Esther Rinaldi con 40 mil pesos.

Las dos cosas que más llamaron la atención a quienes allanaron la casa fueron comentadas a este medio. Lo primero fue la prolijidad con la que fue estaba escrita la nota. "No tenía tachaduras, algo típico en suicidas desesperados", explicó la fuente de criminalística. Lo segundo que resaltaron del allanamiento fue la falta de documentos personales de Yabrán. "No había cédula, ni DNI, ni pasaporte", confío el fiscal Biré a revista GENTE.

Ocho horas más tarde de haber encontrado muerto a Alfredo Yabrán, este medio dialogó con Miguel, su hermano. "Yo hubiera hecho lo mismo porque nuestros padres nos educaron así".

La familia de Yabrán, a pocos días del suicidio

Al otro día del suicidio de Alfredo Yabrán se realizó una ceremonia privada en la capilla del cementerio. La mayoría de los medios aseguraron que su esposa no había asistido al entierro de su marido. Según una amiga de ella que dialogó con GENTE, asegura que no solo asistió, sino que estuvo a solas con el cajón que contenía los restos de su marido rezando durante una hora. Apenas taparon el ataud del empresario, la mujer se retiró hacia su caserón de Martínez en un lujoso auto Mercedes Benz polarizado.

Quienes más sufrieron la decisión de Yabrán fueron sus tres hijos. La más dolida era Melina, quien en ese entonces tenía 21 años. Mariano, con 24 años, fue quien optó por una posición más positiva e intentó, a pesar del dolor, animar a su familia a continuar con sus vidas. Por otro lado, Pablo, el hijo mayor y quien tenía 26 años, se lamentaba no haber podido ayudar a su papá.

La familia del empresario visitó su tumba a cuatro días de su muerte. Cerca del mediodía del 24 de mayo de 1998 se acercaron al exclusivo cementerio Memorial de Pilar. Allí estuvieron María Cristina, viuda, y sus hijos: Melina, Pablo y Mariano

La familia del empresario junto a su tumba en el cementerio Memorial de Pilar.
Revista GENTE mayo de 1998.

Fotos: Archivo Grupo Atlántida
Arte de portada: Gustavo Ramírez
Recopilación de material: Mónica Banyik

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